Durante mi corta y casi siempre fugaz vida, ha habido momentos en los que el sendero de mi vida ha atravesado altas montañas, intrincados y espesos bosques, oscuros y profundos abismos, momentos más o menos puntuales o prolongados que han marcado el firme sobre el que caminaban mis pies. Pero siempre destacaran de entre todos ellos los escasos momentos de calma, instantes y días en que los que el sendero de mi vida atraviesa una llanura y camina al lado de un riachuelo en calma.Son instantes en que me he sentido en equilibrio, con migo mismo, con el mundo, con mi destino, con la gente, con mis metas, con mis sueños, ... con mi vida.
Espero que esta vez, esta etapa en mi camino, dure más que nunca ... por que todos los días que sean así siempre serán pocos.
